Found 98 Results for: animales impuros

  • Se fue Sansón, y cazó trescientas zorras; cogió unas teas y, juntando a los animales cola con cola, puso una tea en medio entre las dos colas. (Jueces 15, 4)

  • Llevaban la cebada y la paja para los caballos y los animales de tiro al lugar donde él estaba, cada uno según su turno. (I Reyes 5, 8)

  • ¿Por qué hemos de ser tenidos como bestias, y a vuestros ojos somos impuros? (Job 18, 3)

  • mandas tú las tinieblas, y es la noche, en ella rebullen todos los animales de la selva, (Salmos 104, 20)

  • Ahí está el mar, grande y de amplios brazos, y en él el hervidero innumerable de animales, grandes y pequeños; (Salmos 104, 25)

  • levantar altares, recintos sagrados y templos idolátricos; sacrificar puercos y animales impuros; (I Macabeos 1, 47)

  • el león - fuerte entre los animales -, que ante nada retrocede, (Proverbios 30, 30)

  • la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras, el poder de los espíritus y los pensamientos de los hombres, las variedades de las plantas y las virtudes de las raíces. (Sabiduría 7, 20)

  • Por sus locos e inicuos pensamientos por los que, extraviados, adoraban reptiles sin razón y bichos despreciables, les enviaste en castigo muchedumbre de animales sin razón, (Sabiduría 11, 15)

  • Demasiado, en verdad, se habían desviado por los caminos del error, teniendo por dioses a los más viles y despreciables, animales, dejándose engañar como pequeñuelos inconscientes. (Sabiduría 12, 24)

  • Desgraciados, en cambio, y con la esperanza puesta en seres sin vida, los que llamaron dioses a obras hechas por mano de hombre, al oro, a la plata, trabajados con arte, a representaciones de animales o a una piedra inútil, esculpida por mano antigua. (Sabiduría 13, 10)

  • ni siquiera poseen la belleza de los animales que, a su modo, cautiva al contemplarlos; están excluidos de la aprobación de Dios y de su bendición. (Sabiduría 15, 19)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina