Found 2238 Results for: ejército de israel

  • El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. (Mateo 2, 21)

  • Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. (Mateo 8, 10)

  • Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo. Y la gente, admirada, decía: «Jamás se vio cosa igual en Israel.» (Mateo 9, 33)

  • dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. (Mateo 10, 6)

  • «Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre. (Mateo 10, 23)

  • Respondió él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.» (Mateo 15, 24)

  • De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel. (Mateo 15, 31)

  • Jesús les dijo: «Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. (Mateo 19, 28)

  • Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Y tomaron las treinta monedas de plata, cantidad en que fue apreciado aquel a quien pusieron precio algunos hijos de Israel, (Mateo 27, 9)

  • «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. (Mateo 27, 42)

  • Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, (Marcos 12, 29)

  • ¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados. (Marcos 15, 32)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina