Found 838 Results for: milagros de Moisés

  • Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios y fue poderoso en sus palabras y en sus obras. (Hechos 7, 22)

  • Al oír esto Moisés huyó y vivió como forastero en la tierra de Madián, donde tuvo dos hijos. (Hechos 7, 29)

  • Moisés se maravilló al ver la visión, y al acercarse a mirarla, se dejó oír la voz del Señor: (Hechos 7, 31)

  • " Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. " Moisés temblaba y no se atrevía a mirar. (Hechos 7, 32)

  • «A este Moisés, de quien renegaron diciéndole: ¿quién te ha nombrado jefe y juez? , a éste envió Dios como jefe y redentor por mano del ángel que se le apareció en la zarza. (Hechos 7, 35)

  • Este es el Moisés que dijo a los israelitas: Dios os suscitará un profeta como yo de entre vuestros hermanos. (Hechos 7, 37)

  • y dijeron a Aarón: "Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque este Moisés que nos sacó de la tierra de Egipto no sabemos qué ha sido de él." (Hechos 7, 40)

  • «Nuestros padres tenían en el desierto la Tienda del Testimonio, como mandó el que dijo a Moisés que la hiciera según el modelo que había visto. (Hechos 7, 44)

  • Hasta el mismo Simón creyó y, una vez bautizado, no se apartaba de Felipe; y estaba atónito al ver las señales y grandes milagros que se realizaban. (Hechos 8, 13)

  • «Tened, pues, entendido, hermanos, que por medio de éste os es anunciado el perdón de los pecados; y la total justificación que no pudisteis obtener por la Ley de Moisés (Hechos 13, 38)

  • Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, se levantaron para decir que era necesario circuncidar a los gentiles y mandarles guardar la Ley de Moisés. (Hechos 15, 5)

  • Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores y es leído cada sábado en las sinagogas.» (Hechos 15, 21)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina