Found 102 Results for: nombres hebreos

  • De la tribu de los hijos de Judá, de la tribu de los hijos de Benjamín, les tocaron en suerte las ciudades a las que pusieron sus nombres. (I Crónicas 6, 50)

  • Asel tuvo seis hijos, cuyos nombres son: Azricam, su primogénito; después, Israel, Searías, Abdías y Janán. Todos ellos son hijos de Asel. (I Crónicas 8, 38)

  • Asel tuvo seis hijos, cuyos nombres son: Azricam, su primogénito, Ismael, Searías, Obadías y Janán. Estos fueron los hijos de Asel. (I Crónicas 9, 44)

  • Estos son los nombres de los que tuvo en Jerusalén: Sammúa, Sobab, Natán, Salomón, (I Crónicas 14, 4)

  • Les hemos preguntado además sus nombres para informarte de ello; y así te damos por escrito los nombres de los hombres que están al frente de ellos. (Esdras 5, 10)

  • de los hijos de Adonicam: los últimos, cuyos nombres son: Elifélet, Yeiel y Semaías, y con ellos sesenta varones; (Esdras 8, 13)

  • que la detuvieron y preguntaron: «¿Quién eres? ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas?» Ella respondió: «Hija de hebreos soy y huyo de ellos, porque están a punto de ser devorados por vosotros. (Judit 10, 12)

  • Sus ídolos abundan, tras ellos van corriendo. Mas yo jamás derramaré sus libámenes de sangre, jamás tomaré sus nombres en mis labios. (Salmos 16, 4)

  • Sus tumbas son sus casas para siempre, sus moradas de edad en edad; ¡y a sus tierras habían puesto sus nombres! (Salmos 49, 12)

  • Y tú, que eres el causante de todas las desgracias de los hebreos, no escaparás de las manos de Dios. (II Macabeos 7, 31)

  • Pero Lisias no era hombre sin juicio. Reflexionando sobre la derrota que acababa de sufrir, y comprendiendo que los hebreos eran invencibles porque el Dios poderoso luchaba con ellos, (II Macabeos 11, 13)

  • Así pasaron los acontecimientos relacionados con Nicanor. Como desde aquella época la ciudad quedó en poder de los hebreos, yo también terminaré aquí mismo mi relato. (II Macabeos 15, 37)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina