Found 1057 Results for: padre ciego

  • y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre. (Colosenses 3, 17)

  • Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros gracia y paz. (I Tesalonicenses 1, 1)

  • Tenemos presente ante nuestro Dios y Padre la obra de vuestra fe, los trabajos de vuestra caridad, y la tenacidad de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor. (I Tesalonicenses 1, 3)

  • Como un padre a sus hijos, lo sabéis bien, a cada uno de vosotros (I Tesalonicenses 2, 11)

  • Que Dios mismo, nuestro Padre y nuestro Señor Jesús orienten nuestros pasos hacia vosotros. (I Tesalonicenses 3, 11)

  • para que se consoliden vuestros corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos. (I Tesalonicenses 3, 13)

  • Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo. (II Tesalonicenses 1, 1)

  • Gracia a vosotros y paz de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo. (II Tesalonicenses 1, 2)

  • Que el mismo Señor nuestro Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y que nos ha dado gratuitamente una consolación eterna y una esperanza dichosa, (II Tesalonicenses 2, 16)

  • a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. (I Timoteo 1, 2)

  • Al anciano no le reprendas con dureza, sino exhórtale como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos; (I Timoteo 5, 1)

  • a Timoteo, hijo querido. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro. (II Timoteo 1, 2)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina