Found 125 Results for: Órdenes

  • Él dijo a la mujer: "Vete a tu casa; yo daré las órdenes respecto a ti". (II Samuel 14, 8)

  • Ellos contestaron: "Estamos a tus órdenes, haremos lo que mandes", (II Samuel 15, 15)

  • y tres órdenes de pisos, con tres series de ventanas unas frente a otras. (I Reyes 7, 4)

  • El atrio grande tenía en derredor tres órdenes de piedras, talladas a escuadra, y uno de vigas de cedro; y lo mismo el atrio interno del templo del Señor y el atrio del palacio. (I Reyes 7, 12)

  • Mas el rey de Siria había dado estas órdenes a los treinta y dos jefes de sus carros: "No ataquéis a ninguno, sea oficial o soldado raso, sino únicamente al rey de Israel". (I Reyes 22, 31)

  • Todo el ejército de los caldeos, que estaba a las órdenes del jefe de la escolta, demolió las murallas de Jerusalén. (II Reyes 25, 10)

  • de la tribu de Isaca, buenos conocedores del momento en que debía actuar Israel y el modo como debía hacerlo, 200 jefes y todos los hermanos a sus órdenes; (I Crónicas 12, 33)

  • Su obligación era estar a las órdenes de los hijos de Aarón en el servicio del templo del Señor en lo referente a los atrios, las cámaras, limpieza de las cosas santas y de los demás oficios del templo del Señor. (I Crónicas 23, 28)

  • Hijos de Asaf: Zacur, José, Natanías y Asarela, que estaban bajo la dirección de Asaf, su padre, el cual profetizaba según las órdenes del rey. (I Crónicas 25, 2)

  • Todos cantaban bajo la dirección de su padre en el templo del Señor al son de címbalos, arpas y cítaras en servicio del templo de Dios, bajo las órdenes del rey: Asaf, Yedutún y Hemán. (I Crónicas 25, 6)

  • bajo sus órdenes el jefe Yehojanán, con 280.000; (II Crónicas 17, 15)

  • bajo sus órdenes Amasías, hijo de Zicrí, que se había consagrado voluntariamente al servicio del Señor, con 200.000. (II Crónicas 17, 16)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina