Found 135 Results for: Asiria

  • El tercero, de nombre Tigris, discurre al oriente de Asiria. El cuarto es el Éufrates. (Génesis 2, 14)

  • Sus hijos habitaron desde Javilá hasta Sur, enfrente de Egipto, según se va a Asiria. Él se estableció enfrente de todos sus hermanos. (Génesis 25, 18)

  • Balaán pronunció esta profecía: "Balac me hace venir de Asiria, el rey de Moab, de los montes del este: Ven, maldíceme a Jacob, ven, amenaza a Israel. (Números 23, 7)

  • pero tu nido será pasto de las llamas y Asiria te hará prisionero". (Números 24, 22)

  • Naves de la parte de Kittim, oprimen a Asiria, oprimen a Eber; también ellos perecerán para siempre". (Números 24, 24)

  • En su tiempo Pul, rey de Asiria, invadió el país, y Menajén entregó a Pul unos treinta y cuatro mil kilos de plata para que le ayudase a consolidar el poder real en sus manos. (II Reyes 15, 19)

  • Menajén sacó este dinero a los ricos de Israel para darlo al rey de Asiria, a razón de medio kilo de plata cada uno. El rey de Asiria se retiró sin detenerse en el país. (II Reyes 15, 20)

  • En tiempo de Pécaj, rey de Israel, TeglatFalasar, rey de Asiria, fue y tomó Iyón, Abel Bet Maacá, Yanóaj, Cades, Jasor, Galaad, Galilea y todo el país de Neftalí, deportando todos sus habitantes a Asiria. (II Reyes 15, 29)

  • Acaz había enviado mensajeros a decir de su parte a Teglat-Falasar, rey de Asiria: "Soy tu siervo y tu hijo. Ven y sálvame de las manos del rey de Siria y del rey de Israel, que se han levantado contra mí. (II Reyes 16, 7)

  • Acaz tomó la plata y el oro que había en el templo del Señor y en los tesoros del palacio real, y lo envió como presente al rey de Asiria. (II Reyes 16, 8)

  • El rey de Asiria lo escuchó, atacó a Damasco y la conquistó; deportó sus habitantes a Quir, y mató a Rasín. (II Reyes 16, 9)

  • El rey Acaz fue a Damasco al encuentro de Teglat-Falasar, rey de Asiria. Al ver el altar que había en Damasco, envió al sacerdote Urías las dimensiones del altar y un plano exacto del mismo. (II Reyes 16, 10)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina