Found 54 Results for: Derrotó

  • Eglón se coligó con los amonitas y los amalecitas, marchó contra Israel, lo derrotó y se apoderó de la ciudad de las palmeras. (Jueces 3, 13)

  • Después de él, fue juez Sangar, hijo de Anat. Él derrotó a los filisteos, en número de seiscientos hombres, con una aguijada de bueyes. También él salvó a Israel. (Jueces 3, 31)

  • Zébaj y Salmuná huyeron; pero Gedeón los persiguió, e hizo prisioneros a los dos reyes de Madián, Zébaj y Salmuná, y derrotó a todo su ejército. (Jueces 8, 12)

  • Pero Abimelec lo derrotó y lo puso en fuga, y muchos cayeron muertos antes de alcanzar la puerta de la ciudad. (Jueces 9, 40)

  • tomó a su gente, la dividió en tres bandos y se puso en emboscada en el campo. Cuando los vio salir de la ciudad, se lanzó contra ellos y los derrotó. (Jueces 9, 43)

  • El Señor, Dios de Israel, entregó a Sijón y a todo su pueblo en manos de Israel, que los derrotó; e Israel se apoderó de todo el país de los amorreos que vivían en aquella región, (Jueces 11, 21)

  • Los derrotó desde Aroer hasta Minit, veinte ciudades, y hasta Abel Keramín. Fue una gran derrota, y los israelitas dominaron a los amonitas. (Jueces 11, 33)

  • El Señor derrotó a Benjamín ante Israel, y los israelitas mataron aquel día veinticinco mil cien benjaminitas diestros en el manejo de la espada. (Jueces 20, 35)

  • Jonatán derrotó la guarnición de los filisteos que estaban en Guibeá. Los filisteos, al saberlo, se dijeron: "Los hebreos se han sublevado". Mientras tanto Saúl hizo sonar la trompeta en todo el país, (I Samuel 13, 3)

  • Hizo verdaderas proezas. Derrotó a Amalec y libró a Israel de las bandas de salteadores. (I Samuel 14, 48)

  • Saúl derrotó a Amalec desde Javilá hasta la entrada de Sur, frente a Egipto. (I Samuel 15, 7)

  • David fue a Baal Perasín y allí los derrotó. Y dijo: "El Señor ha dispersado a mis enemigos ante mí como se dispersan las aguas". Por eso se llamó este lugar Baal Perasín. (II Samuel 5, 20)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina