Found 66 Results for: Inocente

  • escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos, condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza, y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia. (I Reyes 8, 32)

  • Además, Manasés vertió muchísima sangre inocente, hasta anegar Jerusalén de extremo a extremo, aun prescindiendo del pecado que hizo cometer a Judá haciendo lo que es malo a los ojos del Señor. (II Reyes 21, 16)

  • y de la sangre inocente que él había derramado hasta llenar Jerusalén. El Señor no quiso perdonar. (II Reyes 24, 4)

  • David les salió al encuentro y les dijo: "Si venís con buenas intenciones, para prestarme ayuda, mi corazón estará con el vuestro; pero si es para traicionarme en provecho de mis enemigos, siendo yo inocente, que lo vea el Dios de nuestros padres y haga justicia". (I Crónicas 12, 18)

  • escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos; condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia. (II Crónicas 6, 23)

  • Apenas supo Mardoqueo lo que se había hecho, rasgó sus vestiduras, se vistió de saco y ceniza y salió por la ciudad lanzando gritos de dolor: "¡Un pueblo inocente va a ser exterminado!". (Ester 4, 1)

  • Muchas veces los gobernantes se vieron envueltos en delitos irreparables y complicados en sangre inocente por haber confiado a amigos la administración de los negocios y haberse dejado influenciar por ellos, (Ester 16, 5)

  • Reflexiona: ¿Qué inocente ha perecido? ¿Cuándo fueron abatidos los justos? (Job 4, 7)

  • Si me creo justo, puede su boca condenarme; declararme culpable, si me estimo inocente. (Job 9, 20)

  • Mas ¿soy inocente? No lo sé; ya me da igual la existencia. (Job 9, 21)

  • me invade el terror de todos mis dolores, pues sé que tú no me declaras inocente. (Job 9, 28)

  • Si soy culpable, ¡desgraciado de mí! Si inocente, no oso levantar la cabeza, saturado de ignominia, ebrio de aflicción. (Job 10, 15)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina