Found 262 Results for: Jefe

  • Simón aceptó y consintió ejercer el sumo sacerdocio, ser caudillo y jefe de los judíos y de los sacerdotes y ser cabeza de todos. (I Macabeos 14, 47)

  • Antíoco, hijo del rey Demetrio, envió desde las islas del mar a Simón, sumo sacerdote y jefe de los judíos, y a toda la nación (I Macabeos 15, 1)

  • la siguiente carta: "El rey Antíoco a Simón, sumo sacerdote y jefe, y a la nación judía, salud. (I Macabeos 15, 2)

  • Tolomeo, hijo de Abubos, era el jefe de la región de Jericó. Tenía mucha plata y oro, (I Macabeos 16, 11)

  • Hombre orgulloso, quería ser jefe de la nación y conspiraba contra Simón y sus hijos. (I Macabeos 16, 13)

  • Estando en Persia su jefe, con un ejército que se creía invencible, fue despedazado en el templo de Nanea. (II Macabeos 1, 13)

  • Ellos cerraron el templo, practicaron una abertura en el techo y, a pedradas, acabaron con el jefe (y los que habían entrado en él); los despedazaron y tiraron sus cabezas a los de afuera. (II Macabeos 1, 16)

  • Onías, viendo el peligro de la discordia y la insensatez de Apolonio, jefe de Celesiria y Fenicia, que apoyaba la maldad de Simón, se fue a ver al rey, (II Macabeos 4, 4)

  • Pero Menelao, cuando tomó posesión del cargo, no se preocupó de pagar el dinero prometido, a pesar de las intimaciones de Sóstrates, jefe de la acrópolis, (II Macabeos 4, 27)

  • Al empuñar las riendas del gobierno, puso al frente de los negocios a un tal Lisias, jefe supremo de Celesiria y de Fenicia. (II Macabeos 10, 11)

  • Pero los jefes de las diversas regiones, Timoteo y Apolonio, hijo éste de Genneo, así como Jerónimo y Demofón, además de Nicanor, jefe de los chipriotas, no los dejaban gozar de paz y de reposo. (II Macabeos 12, 2)

  • Éste eligió inmediatamente a Nicanor, antiguo jefe de la sección de elefantes, lo nombró general en Judea (II Macabeos 14, 12)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina