Found 550 Results for: Justicia

  • Ahora bien, aquel que se alimenta de leche no puede gustar la doctrina de la justicia, porque es niño todavía. (Hebreos 5, 13)

  • y a quien Abrahán dio la décima parte de todo; cuyo nombre se interpreta en primer lugar como "rey de justicia", y también como rey de Salén, es decir, "rey de paz", (Hebreos 7, 2)

  • Por la fe Noé, divinamente advertido acerca de las cosas que todavía no se veían, movido de un religioso temor, construyó un arca para salvar a su familia; por la fe condenó al mundo y se convirtió en heredero de la justicia que se obtiene por la fe. (Hebreos 11, 7)

  • los cuales por la fe subyugaron reinos, ejercieron la justicia, alcanzaron las promesas, cerraron la boca de los leones, (Hebreos 11, 33)

  • Es cierto que todo castigo, en el momento de recibirlo, es desagradable y motivo de disgusto; pero después, en los que se han ejercitado en él, produce frutos de paz y de justicia. (Hebreos 12, 11)

  • porque el hombre airado no practica la justicia de Dios. (Santiago 1, 20)

  • Se cumplió la Escritura, que decía: Abrahán creyó en Dios y le fue tenido como justicia y fue llamado amigo de Dios. (Santiago 2, 23)

  • El fruto de la justicia se siembra en la paz para los que obran la paz. (Santiago 3, 18)

  • él, que, siendo ultrajado no respondía con ultrajes siendo maltratado no amenazaba sino que se ponía en manos del que juzga con justicia; (I Pedro 2, 23)

  • él que llevó en su propio cuerpo nuestros pecados sobre la cruz para que, muertos para el pecado, vivamos para la justicia: por sus heridas hemos sido curados. (I Pedro 2, 24)

  • Pues el Señor mira por los que practican la justicia y tiene los oídos atentos a sus súplicas; pero el Señor se enfrenta con los criminales (I Pedro 3, 12)

  • Si, a pesar de todo, os veis obligados a padecer por la justicia ¡dichosos vosotros!. No temáis sus amenazas, ni os turbéis. (I Pedro 3, 14)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina