Found 36 Results for: Librado

  • El que teme al Señor no sufrirá daño, y aun en sus pruebas será librado. (Eclesiástico 33, 1)

  • No os engañe Ezequías diciendo: El Señor nos librará. ¿Han librado acaso los dioses de los pueblos a su respectivo país de caer en manos del rey de Asiria? (Isaías 36, 18)

  • ¿Dónde están los dioses de Sefarváyim? ¿Dónde los del país de Samaría? ¿Han librado a Samaría de mis manos? (Isaías 36, 19)

  • Esto dice el Señor: ¡Gritad de gozo por Jacob, aclamad a la primera de las naciones! ¡Publicad, alabad, decid: El Señor ha librado a su pueblo, al resto de Israel! (Jeremías 31, 7)

  • Sí, el Señor ha reivindicado Jacob, lo ha librado de una mano más fuerte. (Jeremías 31, 11)

  • El árbol del campo dará sus frutos y la tierra dará sus productos. Habitarán seguros en su tierra y sabrán que yo soy el Señor, cuando haya despedazado las coyundas de su yugo y les haya librado de las manos de quienes los tienen esclavizados. (Ezequiel 34, 27)

  • Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente, porque nos ha salvado de la fosa, nos ha arrancado de la mano de la muerte, nos ha librado del horno de llama ardiente, de en medio del fuego nos libró. (Daniel 3, 88)

  • "El Señor ha hecho esto conmigo y me ha librado de la vergüenza ante la gente". (Lucas 1, 25)

  • Los que habían visto cómo había sido librado el endemoniado lo contaban. (Lucas 8, 36)

  • Cuando los indígenas vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: "Este hombre es ciertamente un asesino; se ha librado del mar, pero la justicia divina no le permite vivir". (Hechos 28, 4)

  • Porque la ley del espíritu, que da la vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (Romanos 8, 2)

  • Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas, de tal modo que la palabra ha sido anunciada cumplidamente por mí y oída por los paganos. Y yo he sido librado de la boca del león. (II Timoteo 4, 17)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina