Found 81 Results for: Lluvia

  • La arena de los mares, las gotas de la lluvia y los días del pasado, ¿quién podrá contarlos? (Eclesiástico 1, 2)

  • Los que escuchan sabias sentencias se hacen sabios, y derraman como lluvia proverbios oportunos. (Eclesiástico 18, 29)

  • Las riquezas de los malvados se secarán como un torrente, como un gran trueno se pierde entre el ruido de la lluvia. (Eclesiástico 40, 13)

  • Doctrina sabia y ciencia consignó en este libro Jesús, hijo de Sirá Eleazar, de Jerusalén, que derramó como lluvia la sabiduría de su corazón. (Eclesiástico 50, 27)

  • y cabaña, para dar sombra de día contra el calor, y refugio y amparo contra la tempestad y la lluvia. (Isaías 4, 6)

  • Haré de ella un desierto; no será más podada ni escardada; toda será cardos y abrojos; y mandaré a las nubes que no dejen caer más lluvia sobre ella. (Isaías 5, 6)

  • porque tú eres un refugio para el desvalido, un refugio para el pobre en su angustia, abrigo contra el aguacero, sombra contra el calor; pues el soplo de los tiranos es como la lluvia que azota la pared, (Isaías 25, 4)

  • Él te dará la lluvia para la simiente que siembres en tu tierra; el pan, producto de tu campo, será pingüe y enjundioso; y tu ganado pastará aquel día en amplios pastizales. (Isaías 30, 23)

  • El Señor dejará oír su voz majestuosa y manifestará su brazo amenazador, en el ardor de su ira, en la llama de un fuego devorador, en una tempestad de lluvia y de granizo. (Isaías 30, 30)

  • Corta cedros o escoge un ciprés o una encina, ya crecidos entre los árboles del bosque, o bien algún cedro plantado por él y que la lluvia ha hecho crecer. (Isaías 44, 14)

  • Como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven allá sin empapar la tierra, sin fecundarla y hacerla germinar para que dé sementera al sembrador y pan para comer, (Isaías 55, 10)

  • Cesaron los aguaceros y la lluvia tardía no llegó; pero con tu rostro de mujer perdida ni siquiera te has sonrojado. (Jeremías 3, 3)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina