Found 376 Results for: Naciones

  • Porque desde oriente a occidente mi nombre es grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura. Porque mi nombre es grande entre las naciones -dice el Señor todopoderoso-, (Malaquías 1, 11)

  • ¡Maldito el tramposo que, teniendo en su rebaño un macho perfecto, hace una promesa y ofrece al Señor en sacrificio otro defectuoso! Yo soy un gran rey -dice el Señor todopoderoso-, y mi nombre es temible entre las naciones. (Malaquías 1, 14)

  • Éste es mi siervo, mi elegido, mi amado, la alegría de mi alma; pondré mi espíritu sobre él para que anuncie la justicia a las naciones. (Mateo 12, 18)

  • Jesús los llamó y les dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. (Mateo 20, 25)

  • Este evangelio del reino se predicará en el mundo entero en testimonio para todas las naciones, y luego vendrá el fin". (Mateo 24, 14)

  • Jesús los llamó y les dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. (Marcos 10, 42)

  • Y les enseñaba diciendo: "¿No está escrito que mi casa es casa de oración para todas las naciones? Pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones". (Marcos 11, 17)

  • luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel". (Lucas 2, 32)

  • Caerán al filo de la espada, irán prisioneros a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos hasta que llegue a su fin el tiempo de los paganos". (Lucas 21, 24)

  • "Habrá señales en el sol, en la luna y en los astros; las naciones estarán angustiadas en la tierra y enloquecidas por el estruendo del mar y de las olas; (Lucas 21, 25)

  • Él les dijo: "Los reyes de las naciones las tiranizan y sus príncipes reciben el nombre de bienhechores. (Lucas 22, 25)

  • y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. (Lucas 24, 47)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina