Found 137 Results for: Palacio

  • Y les ordenó lo siguiente: "Esto es lo que habéis de hacer: el tercio de vosotros que entra el sábado a hacer la guardia en el palacio real (II Reyes 11, 5)

  • La echaron y, al pasar por la puerta de las caballerizas en el palacio real, la mataron. (II Reyes 11, 16)

  • y reunió a los jefes de centuria, a los carios, a los de la escolta real y a todo el pueblo. Llevaron al rey del templo del Señor al palacio real, entrando por la puerta de la escolta regia, y el monarca se sentó sobre el trono de los reyes. (II Reyes 11, 19)

  • Todo el pueblo se llenó de júbilo, y la ciudad quedó tranquila, pues Atalía había muerto a espada en el palacio real. (II Reyes 11, 20)

  • Pero Joás, rey de Judá, tomó todas las ofrendas que habían hecho al templo sus antepasados Josafat, Jorán y Ocozías, reyes de Judá, y las que él mismo había hecho, y todo el oro que había en el templo del Señor y en el palacio real, y se lo mandó todo a Jazael, rey de Siria, el cual se retiró de Jerusalén. (II Reyes 12, 19)

  • se apoderó de todo el oro y la plata y de todos los utensilios que había en el templo del Señor y en los tesoros del palacio real, tomó rehenes y se volvió a Samaría. (II Reyes 14, 14)

  • El Señor castigó al rey, que estuvo leproso hasta su muerte; vivió en una casa aislada, mientras su hijo Jotán estaba al frente del palacio del gobierno de la nación. (II Reyes 15, 5)

  • Pero se conjuró contra él Pécaj, hijo de Romelía, su capitán, que lo mató en Samaría, en la torre del palacio real, junto con Argob y Arié. Tenía consigo cincuenta hombres de Galaad. Lo mató y le sucedió en el trono. (II Reyes 15, 25)

  • Acaz tomó la plata y el oro que había en el templo del Señor y en los tesoros del palacio real, y lo envió como presente al rey de Asiria. (II Reyes 16, 8)

  • Ezequías entregó toda la plata que se encontraba en el templo del Señor y en los tesoros del palacio real. (II Reyes 18, 15)

  • Ezequías recibió gran contento y mostró a los enviados todo su tesoro, la plata, el oro, los aromas, los ungüentos preciosos, su armería y todo lo que tenía en sus almacenes; no hubo cosa en su palacio o en sus dominios que no se la mostrase. (II Reyes 20, 13)

  • Manasés murió y fue sepultado en el jardín de su palacio, en el jardín de Uzá. Le sucedió en el trono su hijo Amón. (II Reyes 21, 18)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina