Found 42 Results for: Promesas

  • cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo el pueblo. (Salmos 116, 14)

  • cumpliré mis promesas al Señor en presencia de todo su pueblo, (Salmos 116, 18)

  • Yo me postro hacia tu santo templo, doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tus promesas superan tu renombre. (Salmos 138, 2)

  • Al mismo tiempo mandó a Jonatán una carta con propuestas de amistad y promesas de engrandecerle en el poder. (I Macabeos 10, 3)

  • Entretanto, el rey Alejandro se enteró de las promesas hechas por Demetrio a Jonatán. Le contaron también las batallas que habían librado y los actos heroicos que habían realizado él y sus hermanos, así como las penalidades que habían pasado. (I Macabeos 10, 15)

  • se olvidó de las promesas hechas, volvió las espaldas a Jonatán y no le reconoció los servicios prestados, sino que comenzó a maltratarlo de mil modos. (I Macabeos 11, 53)

  • ¡Qué, hijo mío! ¿Qué, Lemuel, mi primogénito, he de decirte? ¿Qué, hijo de mis entrañas? ¿Qué, hijo de mis promesas? (Proverbios 31, 2)

  • Mejor es no hacer promesas que hacerlas y después no cumplirlas. (Eclesiastés 5, 4)

  • No dejes de cumplir a tiempo tus promesas, no esperes a hacerlo en la muerte. (Eclesiástico 18, 22)

  • Da testimonio a tus primeras criaturas, y cumple las promesas hechas en tu nombre. (Eclesiástico 36, 14)

  • Entonces aquellos hombres cobraron un gran respeto al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas. (Jonás 1, 16)

  • Pero yo, en acción de gracias, te ofreceré sacrificios y cumpliré las promesas que te hice. La salvación viene del Señor". (Jonás 2, 10)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina