Found 587 Results for: Reino de los Cielos

  • todas las ciudades de Sijón, rey de los amorreos, que reinó en Jesbón, hasta la frontera de los amonitas. (Josué 13, 10)

  • en Basán, todo el reino de Og, que reinó en Astarot y Edreí, el último superviviente de los refaimitas; Moisés los derrotó y los expulsó. (Josué 13, 12)

  • todas las ciudades de la llanura y todo el reino de Sijón, rey de los amorreos, que reinó en Jesbón. Moisés le había derrotado, y a los príncipes de Madián, Eví, Requen, Sur, Jur y Rebá, vasallos de Sijón, que vivían en el país. (Josué 13, 21)

  • En el valle: Bet Jarán, Bet Nimrá, Sucot, Safón y el resto del reino de Sijón, rey de Jesbón. El Jordán era el límite hasta el extremo sur del mar de Genesaret. (Josué 13, 27)

  • Su territorio comprendía, desde Majanayín, todo Basán, todo el reino de Og, rey de Basán, y todos los pueblos de Yaír, en Basán: sesenta ciudades. (Josué 13, 30)

  • La mitad de Galaad, Astarot y Edreí, ciudades del reino de Og, en Basán, fueron dadas a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, a la mitad de los hijos de Maquir, según sus clanes. (Josué 13, 31)

  • Desde los cielos combatieron las estrellas, desde sus órbitas combatieron a Sísara. (Jueces 5, 20)

  • Saúl respondió: "Nos dijo que las asnas habían sido encontradas". Pero no le contó lo que le había dicho sobre el asunto del reino. (I Samuel 10, 16)

  • Saúl tenía... años cuando comenzó a reinar, y reinó veintidós años sobre Israel. (I Samuel 13, 1)

  • Una vez que Saúl tomó posesión del reino de Israel, hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: Moab, los amonitas, Edón, el rey de Sobá y los filisteos. Y siempre salía victorioso. (I Samuel 14, 47)

  • Saúl se irritó mucho y, muy enojado, dijo: "A David le dan diez mil y a mí me dan mil; ya no le falta más que el reino". (I Samuel 18, 8)

  • Porque mientras el hijo de Jesé viva sobre la tierra, ni tú, ni tu reino estaréis seguros. Ahora, mándalo llamar y tráemelo aquí, porque merece la muerte". (I Samuel 20, 31)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina