Found 11 Results for: carnales

  • Pues los que viven según la carne piensan en las cosas carnales; y los que viven según el espíritu, en las espirituales. (Romanos 8, 5)

  • Porque si vivís según los bajos instintos, moriréis; pero si, conforme al Espíritu, dais muerte a las acciones carnales, viviréis. (Romanos 8, 13)

  • Hermanos, yo no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. (I Corintios 3, 1)

  • pues aún sois carnales. Desde el momento que hay envidias y discordias entre vosotros, ¿no es porque aún sois carnales y vivís a lo humano? (I Corintios 3, 3)

  • Nosotros también éramos de ésos cuando nos dejábamos llevar de las apetencias carnales, sujetos a los deseos de nuestros instintos y a nuestra imaginación. Éramos, por naturaleza, objeto de la ira divina, igual que los demás. (Efesios 2, 3)

  • En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha no por la mano del hombre, sino con la circuncisión de Cristo, que consiste en despojaros de vuestros apetitos carnales. (Colosenses 2, 11)

  • Y a vosotros, que estabais muertos por vuestras faltas y por no haber dominado los apetitos carnales, os volvió a dar la vida juntamente con él, y nos ha perdonado todos los pecados. (Colosenses 2, 13)

  • Estas cosas pueden tener un aspecto de sabiduría, porque manifiestan cierta religiosidad, cierta humildad y un desprecio por el cuerpo; pero, en realidad, no tienen valor alguno, pues sólo tienden a satisfacer los apetitos carnales. (Colosenses 2, 23)

  • Queridos hermanos, como a gente de paso en tierra extraña, os exhorto a que os abstengáis de las pasiones carnales, que hacen la guerra al espíritu. (I Pedro 2, 11)

  • Con sus discursos pomposos y vacíos despiertan los deseos carnales y el desenfreno de aquellos que apenas habían logrado escapar de los que viven en el error. (II Pedro 2, 18)

  • Porque todo lo que hay en el mundo, las pasiones carnales, el ansia de las cosas y la arrogancia, no provienen del Padre, sino del mundo. (I Juan 2, 16)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina