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Y Dios le dijo: "Yo soy el Dios todopoderoso; sé fecundo y multiplícate. Un pueblo, un conjunto de naciones procederá de ti, y reyes saldrán de tus lomos. (Génesis 35, 11)
Lo comeréis así: ceñidos los lomos, calzados los pies, báculo en mano. Lo comeréis de prisa, porque es la pascua del Señor. (Exodo 12, 11)
los dos riñones con la grasa que los envuelve, la grasa que envuelve los lomos y la sabanilla que habrá separado del hígado y los dos riñones. (Levítico 3, 4)
los dos riñones, con la grasa que los envuelve, y la que envuelve los lomos y la sabanilla que habrá separado del hígado y de los riñones. (Levítico 3, 10)
los dos riñones, con la grasa que los envuelve; la grasa que envuelve los lomos y la sabanilla que habrá separado del hígado y los riñones. (Levítico 3, 15)
los riñones con la grasa que los envuelve, y la que envuelve los lomos y la sabanilla que habrá separado del hígado y los riñones, (Levítico 4, 9)
los dos riñones, con la grasa que los envuelve y la que envuelve los lomos y la sabanilla que habrá separado del hígado y de los riñones. (Levítico 7, 4)
Bendice sus esfuerzos, Señor, y acepta la obra de sus manos. Parte los lomos de sus adversarios, y los que le odian que no se levanten. (Deuteronomio 33, 11)
Sus súbditos le dijeron: "Mira, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes clementes; deja que nos pongamos sayales en los lomos y sogas al cuello y salgamos ante el rey de Israel. ¡Quién sabe si nos perdonará la vida!". (I Reyes 20, 31)
Y ciñeron con sayales los lomos y con cuerdas el cuello, y se presentaron al rey de Israel diciendo: "Tu servidor Ben Hadad dice: Perdóname la vida, por favor". El rey respondió: "¿Está aún vivo? Es mi hermano". (I Reyes 20, 32)
Entonces Eliseo dijo a Guejazí: "Cíñete los lomos, toma en la mano mi bastón y vete. Si encuentras a alguien, no le saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del niño". (II Reyes 4, 29)
Cada uno de los constructores tenía ceñida a los lomos la espada mientras trabajaba. Y un corneta estaba siempre a mi lado. (Nehemías 4, 12)