Found 48 Results for: monedas

  • Los huesos de José, que los israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquén, en la parte del campo que Jacob había comprado por cien monedas de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén, y que pasó a ser propiedad de los hijos de José. (Josué 24, 32)

  • Y le dieron setenta monedas de plata del templo de Baal Berit. Con ellas Abimelec pagó el sueldo a mercenarios y aventureros que le siguieron. (Jueces 9, 4)

  • Los jefes de los filisteos fueron a verla, y le dijeron: "Sedúcele y averigua de dónde le viene su extraordinaria fuerza y cómo podríamos atarle y reducirle a la impotencia. Te daremos cada uno mil cien monedas de plata". (Jueces 16, 5)

  • el cual dijo a su madre: "Las mil cien monedas de plata que te quitaron y por las que maldijiste al ladrón, las tengo yo, las robé yo. Te las devuelvo". La madre le respondió: "Que Dios te bediga, hijo mío". (Jueces 17, 2)

  • Él devolvió las mil cien monedas de plata a su madre, y ella dijo: "Quiero consagrar este dinero al Señor y que de mi mano pase a la de mi hijo para hacer con él una imagen tallada y chapeada". (Jueces 17, 3)

  • Tomó doscientas monedas de plata y se las dio al fundidor, el cual hizo con ellas una imagen tallada y chapeada, que fue colocada en la casa de Micá. (Jueces 17, 4)

  • Micá le dijo: "Quédate conmigo y sé para mí un padre y sacerdote; te daré diez monedas de plata al año, de vestir y de comer". (Jueces 17, 10)

  • Joab le contestó: "Si lo has visto, ¿por qué no lo has matado y tirado al suelo? Yo te hubiera dado diez monedas de plata y un cinturón". (II Samuel 18, 11)

  • Pero el hombre respondió a Joab: "Aunque me dieras mil monedas de plata, no pondría mi mano sobre el hijo del rey; porque llegó a nuestros oídos la orden que te dio el rey, lo mismo que a Abisay y a Itay, de que se respetara al joven Absalón. (II Samuel 18, 12)

  • El rey respondió a Ornán: "No, yo quiero comprártelo a precio de plata. No quiero ofrecer al Señor, mi Dios, sacrificios que no me cuestan nada". Y David compró la era y los bueyes en cincuenta monedas de plata. (II Samuel 24, 24)

  • Un carro por seiscientas monedas de plata, y un caballo por ciento cincuenta. Por el mismo precio los mercaderes se lo vendían también a los reyes hititas y sirios. (I Reyes 10, 29)

  • Y cuando el rey pasaba, gritó: "Tu servidor había salido de en medio de la refriega, cuando un hombre se le acercó, me trajo a otro y me dijo: Guarda a este hombre. Si se escapa, tu vida responderá por la suya o pagarás tres mil monedas de plata. (I Reyes 20, 39)


“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina