Found 37 Results for: oscuridad

  • El sabio tiene ojos en su cabeza y el necio camina en la oscuridad. Pero también sé muy bien que ambos tienen una misma suerte. (Eclesiastés 2, 14)

  • Además, pasó todos sus días en la oscuridad, afligido, deprimido e irritado. (Eclesiastés 5, 16)

  • La ignorancia y la oscuridad se crearon para los criminales, y el mal acompaña a los malvados. (Eclesiástico 11, 16)

  • El hombre infiel al lecho conyugal, que dice para sí: "¿Quién me ve? La oscuridad me envuelve y las paredes me ocultan; ¿qué tengo que temer? De mis pecados no se acordará el altísimo", (Eclesiástico 23, 18)

  • Le hizo oír su voz y lo introdujo en la oscuridad de la nube. Cara a cara le dio sus preceptos, que son ley de vida y de ciencia, para enseñar a Jacob su alianza y a Israel sus decretos. (Eclesiástico 45, 5)

  • Habrá aquel día contra él un bramido como el bramido de la mar; mirarán al país, y habrá sólo oscuridad; la luz quedará oscurecida por espesas nubes. (Isaías 5, 30)

  • mirará hacia la tierra, y sólo habrá angustia, oscuridad, desolación y tinieblas, espesa lobreguez. Mas no (por siempre) las tinieblas sobre el que está en angustia. (Isaías 8, 22)

  • ¡Ay de aquellos que se esconden del Señor para disimular sus designios; de los que maquinan en la oscuridad y dicen: ¿Quién nos ve y nos conoce?! (Isaías 29, 15)

  • Los sordos oirán las palabras de un libro; y, liberados de las tinieblas y la oscuridad, verán los ojos de los ciegos. (Isaías 29, 18)

  • Por eso el derecho sigue lejos de nosotros y no nos alcanza la justicia. Esperamos la luz, y no hay más que tinieblas; la claridad, y andamos en la oscuridad. (Isaías 59, 9)

  • mientras las tinieblas envuelven la tierra y la oscuridad cubre los pueblos. Sobre ti se levanta el Señor y su gloria aparece sobre ti. (Isaías 60, 2)

  • Como un espino en un huerto, en el que todos los pájaros vienen a posarse; en fin, como un muerto echado en la oscuridad, así son sus dioses de madera, dorados y plateados. (Baruc 6, 70)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina