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  • Y el Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se vuelquen sobre los egipcios, sobre sus carros y caballeros". (Exodo 14, 26)

  • Las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del Faraón, que había entrado en persecución de los israelitas. No escapó ni uno solo. (Exodo 14, 28)

  • Pero los israelitas pasaron sin mojarse por medio del mar, formando para ellos las aguas como una muralla a ambos lados. (Exodo 14, 29)

  • Al soplo de tu cólera se agolparon las aguas, se irguieron cual pilares las corrientes; se cuajaron los abismos en medio de la mar. (Exodo 15, 8)

  • Soplaste con tu aliento, y los cubrió la mar; se hundieron como plomo en las impetuosas aguas. (Exodo 15, 10)

  • Cuando los caballos del Faraón, con carros y caballeros, penetraron en el mar, el Señor lanzó sobre ellos las aguas del mar, mientras los israelitas pasaron a pie enjuto por medio del mar. (Exodo 15, 19)

  • Llegaron a Mará y no pudieron beber sus aguas, porque eran amargas. Por eso se les puso el nombre de "Mará". (Exodo 15, 23)

  • Moisés clamó al Señor. Él le señaló un madero; Moisés lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Allí el Señor dio al pueblo leyes y estatutos y lo sometió a prueba. (Exodo 15, 25)

  • Llegaron a Elín, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras; allí junto a las aguas fijaron su campamento. (Exodo 15, 27)

  • Y dio a aquel lugar el nombre de "Masá" y "Meribá" -prueba y querella- por la querella de los israelitas y porque pusieron a prueba al Señor diciendo: "¿Está el Señor en medio de nosotros o no?". (Exodo 17, 7)

  • La celebrará en el segundo mes, el día catorce, al atardecer. La comerán con pan sin levadura y hierbas amargas; (Números 9, 11)

  • que todos los que han visto mi gloria y los prodigios que he hecho en Egipto y en el desierto, los que me han puesto a prueba por diez veces y no me han obedecido, (Números 14, 22)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina