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  • En los días de Sangar, hijo de Anat, en los días de Yael, los caminos estaban desiertos; los que andaban por los caminos, iban por senderos tortuosos. (Jueces 5, 6)

  • Tobías salió y le dijo: "Joven, mi padre te llama". El ángel entró, Tobit lo saludó, y él respondió: "¡Que seas siempre feliz!". Pero Tobit añadió: "¿Qué felicidad puedo yo esperar? Estoy ciego; no puedo ver la luz del cielo; vivo en tinieblas, como los muertos que no pueden ver la luz. Soy un vivo entre los muertos. Oigo la voz de los hombres, pero no los veo". El ángel le respondió: "¡Ánimo! Pronto te curará Dios. ¡Ánimo!". Tobit le dijo: "Mi hijo quiere ir a Media; ¿puedes tú acompañarle y guiarle? Te daré lo que sea, hermano". "Sí, puedo acompañarle -respondió el ángel-. Conozco todos los caminos; he ido frecuentemente a Media, he atravesado las llanuras y las montañas y conozco todos sus senderos". (Tobías 5, 10)

  • Él me ha cerrado el camino y no puedo pasar, ha cubierto mis senderos de tinieblas. (Job 19, 8)

  • Hay otros que reniegan de la luz, que no quieren conocer sus sendas ni mantenerse en sus senderos. (Job 24, 13)

  • Mis senderos destrozan, mi ruina intentan y nada los detiene. (Job 30, 13)

  • y conforta mi alma; me guía por los senderos de justicia, por amor a su nombre; (Salmos 23, 3)

  • tú coronas el año con tus bienes, por tus senderos fluye la abundancia; (Salmos 65, 12)

  • pero a los desviados por senderos tortuosos hazles correr la suerte de los criminales. Paz a Israel. (Salmos 125, 5)

  • sus senderos son tortuosos y descaminadas sus andanzas; (Proverbios 2, 15)

  • En todos tus caminos piensa en él, y él allanará tus senderos. (Proverbios 3, 6)

  • Sus caminos son caminos de delicias, y sus senderos son todos de paz. (Proverbios 3, 17)

  • Que tu corazón no se desvíe por los caminos de tal mujer, ni te pierdas por sus senderos, (Proverbios 7, 25)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina