Deuteronomio, 32
10. Lo encontró en una tierra desierta, en la soledad rugiente de la estepa: lo rodeó y lo cuidó, lo protegió como a la pupila de sus ojos.
10. Lo encontró en una tierra desierta, en la soledad rugiente de la estepa: lo rodeó y lo cuidó, lo protegió como a la pupila de sus ojos.
“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina