28. Entonces dijo a sus hermanos: "Me han devuelto el dinero. Está aquí, en mi bolsa". Ellos se quedaron pasmados y, temblando, se preguntaban unos a otros: "¿Por qué Dios nos habrá hecho esto?".





“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina