Hechos, 1
18. Pero después de haber comprado un campo con el precio de su crimen, cayó de cabeza, y su cuerpo se abrió, dispersándose sus entrañas.
18. Pero después de haber comprado un campo con el precio de su crimen, cayó de cabeza, y su cuerpo se abrió, dispersándose sus entrañas.
“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina