II Crónicas, 12
10. En lugar de ellos, el rey Roboám hizo unos escudos de bronce, y se los confió a los jefes de los guardias que custodiaban el acceso a la casa del rey.
10. En lugar de ellos, el rey Roboám hizo unos escudos de bronce, y se los confió a los jefes de los guardias que custodiaban el acceso a la casa del rey.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina