16. Roboám se fue a descansar con sus padres, y fue sepultado en la Ciudad de David. Su hijo Abías reinó en lugar de él.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina