24. Porque Ezequías, rey de Judá, había reservado para la asamblea mil terneros y siete mil cabras y ovejas, mientras que los jefes habían aportado mil novillos y diez mil ovejas, y ya se habían purificado muchos sacerdotes.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina