II Samuel, 22
25. El Señor me premió, porque yo era justo y era inocente ante sus ojos.
25. El Señor me premió, porque yo era justo y era inocente ante sus ojos.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina