19. En cuanto a ustedes, quédense fuera del campamento durante siete días; y cualquiera de ustedes o de los cautivos que haya matado a una persona o haya tocado un cadáver, deberá purificarse al tercero y al séptimo día.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina