33. No profanen la tierra donde viven, porque la sangre profana la tierra, y no hay para la tierra otra expiación por la sangre derramada, que la sangre de aquel que la derramó.





“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina