Salmos, 26
1. De David. Júzgame, Señor, porque he procedido con integridad. Yo he confiado en el Señor, sin desviarme jamás.
1. De David. Júzgame, Señor, porque he procedido con integridad. Yo he confiado en el Señor, sin desviarme jamás.
“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina