16. y que son hijos del Altísimo, del gran Dios vivo, que, para bien nuestro y de nuestros padres, mantiene el reino en el más floreciente estado.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina