18. Diariamente se aderezaban a expensas mías un toro, seis carneros escogidos y aves; y cada diez días se traía cantidad de odres de vino. Y a pesar de todo, jamás reclamé el pan del gobernador, porque un duro trabajo gravaba ya al pueblo.





“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina