Ester, 16
2. Muchos, inmensamente honrados por la abundante largueza de sus bienhechores, llegaron a ensoberbecerse.
2. Muchos, inmensamente honrados por la abundante largueza de sus bienhechores, llegaron a ensoberbecerse.
“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina