16. Cuando Simón y sus hijos se pusieron alegres, se levantó con sus hombres, tomaron las armas, volvieron a la sala del festín y mataron a Simón, a sus hijos y a algunos de sus servidores.





“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina