I Reyes, 14
1. En aquel tiempo enfermó Abías, hijo de Jeroboán,
1. En aquel tiempo enfermó Abías, hijo de Jeroboán,
El Capítulo 14 del Libro de 1 Reyes habla sobre el juicio de Dios sobre el Rey Jeroboam de Israel, que también había pecado y llevado al pueblo de Israel a pecado. El capítulo describe cómo Jeroboam perdió a su hijo y a su esposa, además de ser advertido de que su dinastía sería destruida debido a su desobediencia.
2 Crónicas 13:6: "Pero Jeroboam, hijo de Nate, sirviente de Salomón, hijo de David, Rose y se rebeló contra su Señor". Este verso menciona a Jeroboam, el foco principal del Capítulo 14 de 1 Reyes, y cómo se rebeló contra el rey Salomón.
1 Reyes 12:28: "Y después de consultar, hizo dos terneros dorados y le dijo a la gente:" Suficiente de escalar Jerusalén. Aquí están sus dioses, oh Israel, que lo sacaron de Egipto ". Este versículo habla sobre el pecado de Jeroboam para crear terneros de oro para la adoración en Bethel y Dã, lo que lleva a la gente de Israel al pecado.
1 Kings 13:33-34: "Después de esto, Jeroboam no se desvió de su malvado camino, pero nuevamente hizo sacerdotes a los lugares más altos entre las personas en general; a quien quería, consagrados para ser sacerdotes de los lugares altos. Esto era La causa del pecado a la casa de Jeroboam para extirparla y destruirla de la faz de la tierra ". Estos versículos describen cómo Jeroboam continuó a su mal camino, creando sacerdotes a los lugares altos y llevando a su gente al pecado, lo que resultó en un castigo divino sobre la dinastía Jeroboam.
1 Reyes 15:29-30: "Tan pronto como Baasa se convirtió en rey de Israel, mató a toda la familia de Jeroboam; no dejó a nadie con vida, según la palabra del Señor que había dicho a través de su siervo, el Silonita, Debido a ello de los pecados que Jeroboam había cometido y por lo que había hecho que Israel pecara, y por su provocación al Señor, el Dios de Israel ". Estos versículos describen cómo la dinastía de Jeroboam fue exterminada debido a su pecado y desobediencia, cumpliendo la profecía de Dios a través del Profeta Aías.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina