I Samuel, 1
22. Ana no quiso acompañarle; le dijo a su marido: "Cuando el niño haya sido destetado, yo lo llevaré para que sea presentado al Señor y se quede allí para siempre".
22. Ana no quiso acompañarle; le dijo a su marido: "Cuando el niño haya sido destetado, yo lo llevaré para que sea presentado al Señor y se quede allí para siempre".
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina