8. Los etíopes y los libios constituían un ejército numeroso, con una gran cantidad de carros y caballos. Y, sin embargo, fueron entregados en tus manos porque tú pusiste la confianza en el Señor.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina