27. Pero Judas Macabeo, con otros nueve, se retiró al desierto. Allí compartió la vida de las fieras con los que estaban con él, alimentándose de hierbas para no mancharse con la contaminación general.





“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina