25. y también, teniendo presente que los reyes limítrofes y príncipes vecinos están expiando la ocasión y esperando el momento oportuno, he designado rey a mi hijo Antíoco, a quien ya os había presentado y recomendado muchísimo cuando tenía que ir a las regiones del norte. A él le he escrito la carta que va a continuación.





“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina