8. El Señor ha hecho caer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, a quien has usurpado el trono, y ha puesto el trono en manos de Absalón, tu hijo. Tú estás en la desgracia que mereces, porque eres un hombre sanguinario".





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina