18. Esto dice el Señor, el que creó los cielos, el que es Dios, el que formó la tierra y la creó, el que la estableció y no la creó vacía, sino que la formó para ser habitada; yo, el Señor, y nadie más:





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina