14. Entonces se encendió contra Israel la ira del Señor; los entregó en manos de salteadores, que los saquearon, y los vendió a sus enemigos de alrededor, a los que no fueron capaces de oponer resistencia.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina