9. Si alguien muere de repente junto a él, y con esto su cabeza consagrada ha quedado impura, se rapará la cabeza el día que se purifique, y se la rapará otra vez al séptimo día.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina