Salmos, 26

Biblia Latinoamericana

1 Júzgame, Señor, y ve que seguí la senda de los perfectos. En el Señor me apoyaba y por eso no me desviaba.

2 Revísame, Señor, y ponme a prueba, pon en el crisol mi conciencia, mi corazón.

3 Tu amor lo tengo ante mis ojos y tomo en cuenta tu fidelidad.

4 Con hombres tramposos no me siento ni me meto en la casa del hipócrita.

5 Aborrezco el partido de los malos y con los malvados no me siento.

6 Lavo mis manos, que están limpias, y en torno a tu altar voy caminando,

7 mientras entono mi acción de gracias y recuerdo tus obras admirables.

8 Señor, cuánto amo la casa en que moras, y el lugar donde reside tu gloria.

9 No me confundas con las almas pecadoras, que no tenga mi vida el fin de los violentos,

10 cuyas manos están manchadas y cuyos bolsillos se llenan con sobornos.

11 Y a mí, como busco ser perfecto, rescátame, Señor, ten piedad de mí.

12 Mis pies pisan en terreno llano, bendeciré al Señor en las asambleas.




Versículos relacionados com Salmos, 26:

El Salmo 26 es una oración de David pidiéndole a Dios que juzgue su integridad y lo proteja de sus enemigos. Afirma su inocencia y fe en Dios. A continuación hay cinco versos que abordan temas relacionados con el Salmo 26:

Salmo 7:8: "El Señor juzgará a los pueblos. Juzganme, Señor, de acuerdo con mi justicia, y de acuerdo con mi integridad". David le pide a Dios que lo juzgue de acuerdo con su integridad y justicia, tal como lo pide en el Salmo 26.

Salmo 18:20: "El Señor me recompensó de acuerdo con mi justicia; según la pureza de mis manos, me devolvió". David expresa su confianza en Dios para recompensarlo de acuerdo con su justicia y pureza, que es similar a lo que pide en el Salmo 26.

Salmo 28:7: "El Señor es mi fuerza y ​​mi escudo; en él confía en mi corazón, y yo fui rescatado; así que mi corazón salta de placer, y con mi canción lo alabaré". David confía en Dios como su escudo y protector, que es similar a lo que pregunta en el Salmo 26.

Salmo 119:26: "Le dije mis caminos y me respondiste; enséñame tus estatutos". David le pide a Dios que le enseñe sus estatutos, lo que indica su búsqueda de la sabiduría y la orientación divina, como dice en el Salmo 26.

Salmo 143:2: "Y no juzga con su sirviente, porque a su vista no encontrará no vivir justo". David le pide a Dios que no lo juzgue con su justicia, sino con su misericordia, lo que sugiere su humildad y confianza en la gracia divina, que es similar a lo que él expresa en el Salmo 26.





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