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José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; (Evangelio según San Lucas 2, 4)
Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. (Evangelio según San Lucas 2, 11)
Una vez que cumplieron todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. (Evangelio según San Lucas 2, 39)
Acababa Jesús de desembarcar, cuando vino a su encuentro un hombre de la ciudad que estaba poseído por demonios. Desde hacía mucho tiempo no se vestía ni vivía en casa alguna, sino que habitaba en las tumbas. (Evangelio según San Lucas 8, 27)
Al ver los cuidadores lo que había ocurrido, huyeron y llevaron la noticia a la ciudad y a los campos. (Evangelio según San Lucas 8, 34)
«Vuélvete a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti.» El hombre se fue y publicó en la ciudad entera todo lo que Jesús había hecho por él. (Evangelio según San Lucas 8, 39)
Al volver los apóstoles, contaron a Jesús todo lo que habían hecho. El los tomó consigo y se retiró en dirección a una ciudad llamada Betsaida, para estar a solas con ellos. (Evangelio según San Lucas 9, 10)
No vayan de casa en casa. Cuando entren en una ciudad y sean bien recibidos, coman lo que les sirvan, (Evangelio según San Lucas 10, 8)
Pero si entran en una ciudad y no quieren recibirles, vayan a sus plazas y digan: (Evangelio según San Lucas 10, 10)
Nos sacudimos y les dejamos hasta el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies. Con todo, sépanlo bien: el Reino de Dios ha venido a ustedes. (Evangelio según San Lucas 10, 11)
Yo les aseguro que, en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad. (Evangelio según San Lucas 10, 12)
Al regresar, el sirviente se lo contó a su patrón, que se enojó. Pero dijo al sirviente: «Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad y trae para acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos.» (Evangelio según San Lucas 14, 21)