Fundar 149 Resultados para: Llegar

  • Al llegar a la otra orilla, a la tierra de Gadara, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y vinieron a su encuentro. Eran hombres tan salvajes que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. (Evangelio según San Mateo 8, 28)

  • Al llegar Jesús a la casa del jefe, vio a los flautistas y el alboroto de la gente. (Evangelio según San Mateo 9, 23)

  • Entonces se dice: Volveré a mi casa de donde salí. Al llegar la encuentra desocupada, bien barrida y ordenada. (Evangelio según San Mateo 12, 44)

  • Inmediatamente después Jesús obligó a sus discípulos a que se embarcaran; debían llegar antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. (Evangelio según San Mateo 14, 22)

  • Como el novio se demoraba en llegar, se adormecieron todas y al fin se quedaron dormidas. (Evangelio según San Mateo 25, 5)

  • Al llegar la medianoche, se oyó un gritó: «¡Viene el novio, salgan a su encuentro!» (Evangelio según San Mateo 25, 6)

  • ¡Levántense, vamos! El traidor ya está por llegar.» (Evangelio según San Mateo 26, 46)

  • Pedro lo iba siguiendo de lejos, hasta llegar al palacio del sumo sacerdote. Entró en el patio y se sentó con los policías del Templo, para ver en qué terminaba todo. (Evangelio según San Mateo 26, 58)

  • por lo que Juan hizo a todos esta declaración: «Yo les bautizo con agua, pero está para llegar uno con más poder que yo, y yo no soy digno de desatar las correas de su sandalia. El los bautizará con el Espíritu Santo y el fuego. (Evangelio según San Lucas 3, 16)

  • Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: (Evangelio según San Lucas 6, 13)

  • Los hombres, al llegar donde Jesús, dijeron: «Juan Bautista nos envía a preguntarte: ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» (Evangelio según San Lucas 7, 20)

  • Su madre y sus hermanos querían verlo, pero no podían llegar hasta él por el gentío que había. (Evangelio según San Lucas 8, 19)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina