Fundar 409 Resultados para: lista de descendientes de Salomón

  • Jesé fue padre del rey David. David fue padre de Salomón y su madre la que había sido la esposa de Urías. (Evangelio según San Mateo 1, 6)

  • Salomón fue padre de Roboam, que fue padre de Abías. Luego vienen los reyes Asá, (Evangelio según San Mateo 1, 7)

  • Pero yo les digo que ni Salomón, con todo su lujo, se pudo vestir como una de ellas. (Evangelio según San Mateo 6, 29)

  • La reina del Sur resucitará en el día del juicio junto con los hombres de hoy, y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí ustedes tienen mucho más que Salomón. (Evangelio según San Mateo 12, 42)

  • Jesús mandó a sus discípulos que tuvieran lista una barca, para que toda aquella gente no lo atropellase. (Evangelio según San Marcos 3, 9)

  • El les mostrará en el piso superior una pieza grande, amueblada y ya lista. Preparen todo para nosotros.» (Evangelio según San Marcos 14, 15)

  • como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a sus descendientes para siempre. (Evangelio según San Lucas 1, 55)

  • hijo de David, hijo de Jesé, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salomón, hijo de Najasón, (Evangelio según San Lucas 3, 32)

  • La reina del Sur resucitará en el día del Juicio junto con la gente de hoy, y los acusará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí tienen ustedes mucho más que Salomón. (Evangelio según San Lucas 11, 31)

  • Aprendan de los lirios del campo: no hilan ni tejen, pero yo les digo que ni Salomón, con todo su lujo, se pudo vestir como uno de ellos. (Evangelio según San Lucas 12, 27)

  • Le respondieron: «Somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices: "Ustedes serán libres"?» (Evangelio según San Juan 8, 33)

  • Yo sé que ustedes son descendientes de Abrahán, pero mi palabra no tiene acogida en ustedes, y por eso tratan de matarme. (Evangelio según San Juan 8, 37)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina